En el mundo estamos y como tal, las lecturas, los renglones, las páginas y los capítulos son variados. Hoy los invita a compartir información sobre las conductas de los seres humanos, menos mal estas no alcanzan la dimensión animal.
En las conductas se manejan estrategias y estilos de comunicación, como la asertividad, la cual suele definirse como un comportamiento en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas; sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
La no asertiva es la expresión inefectiva de pensamientos, sentimientos y creencias, permitiendo que otros violen sus derechos.
Vamos a ver dos dimensiones, una desde la expresión, manifiesta/encubierta y la otra desde la conducta, coercitiva/no coercitiva. La conducta coercitiva emplea el castigo y la amenaza para alcanzar el objetivo.
La conducta agresiva se expresaría de forma manifiesta, pero de modo coercitivo (represivo- restrictivo) sobre la otra persona.
Esta no sólo se ve en la relación padres hijos, se ve en las relaciones en general, las sociales, laborales y conyugales.
En la no asertiva hay falta de expresión de la conducta o se hace forma indirecta, pero sin intimidar al otro.
En la agresión pasiva la conducta se expresa de manera indirecta, pero coaccionando a la otra persona, es decir se intenta controlar la conducta de la otra persona de una manera indirecta o sutil ( por ejemplo una mirada amenazadora).
La conducta socialmente inadecuada puede provenir de un pensamiento irracional o incorrecto, de reacciones emocionales excesivas o deficientes ante los estímulos y de patrones de conducta disfuncionales. Y nos volvemos insoportables.
Esta lectura entre líneas se hace tan pesada que es mejor cambiar de libro.