martes, 24 de octubre de 2017

Educar sin miedo

1 ¿Que es el miedo?
El miedo es natural, el miedo es un mecanismo que nos ha permitido sobrevivir como especie porque el miedo nos ha hecho desarrollar comportamientos para cuidarnos.
2 El miedo de los padres hoy
Como padres ansiamos evitar a nuestros hijos cualquier situación de peligro, de malestar, de dolor, de sufrimiento.
El miedo de los padres es algo natural, quien no quisiera que a los hijos nunca les pasara nada, no sufrieran, no tuviesen dolor, no tuviesen frío ni calor, que nada los turbe, pero justo ese sentimiento de deseo hace que les construyamos a nuestros hijos un mundo ficticio, una burbuja tan frágil como una cascara de huevo, que ellos el día de mañana nos reprocharan por ser temerosos ante la vida.
La valentía de ser padres nos invita a permitir los retos para nuestros hijos, les abrimos el camino más no los llevamos en brazos, los acompañamos más no los limitamos, los animamos y no les desalentamos.
Los hijos sobreprotegidos se vuelven personas incapaces de manejar su propia vida.
Tener miedo es normal. Las personas que no tienen miedo  son insensatas. Tener miedo no significa vivir asustado, ni vivir asustando.
Cuando eres un padre que vive asustado o vives asustando las consecuencias en los hijos no se hacen esperar.
Sobeproteger a los hijos es una manera de meterles miedo en el cuerpo. Sobreproteger a los hijos te aporta una falsa seguridad, una tranquilidad efímera. Te recuerdo que tus hijos son muy pocos años unos niños y muchos años unos adultos que van a tener que organizar su vida. Tú decides qué y cómo quieres enseñarles.
3 El miedo de los hijos mañana
Los hijos con padres que viven y educan con miedo pueden tener diferentes comportamientos en el futuro incluso en el presente. ¿Que puede pasar?
En mi profesión he tenido la oportunidad de ver como los jóvenes de padres temerosos de fallar genera ansiedad en los hijos y pueden llegar a tener comportamientos agresivos e irrespetuosos porque están confundidos de los mensajes inconsistentes, son jóvenes inseguros con una coraza de superioridad que se desbarata al menor inconveniente, terminan con frecuencia siendo rechazados por el medio porque actuan de manera impulsiva y desobligante,  ellos han crecido con la idea de que todo lo merecen, que todo les pertenece y que a ellos la vida les debe pleitesía. Porque su mundo ha sido el de todo lo mereces, para que no sufras.

Otros crecen con la sensación que el mundo es amenazante, que cualquier cosa tiene la intención de destruirlos, que todo el mundo los ataca, que no pueden vivir sin alguien que los defienda, porque su mundo ha sido el de la sobreprotección.
Niños temerosos, niños inhibidos, esperando que alguien decida por ellos.
4 Consecuencias del miedo de los padres en los hijos.
Educar con miedo es anular el criterio del niño, es no dejarle opción, es no darle la oportunidad de que sean ellos mismos quienes sientan la necesidad de hacer las cosas y por tanto de ser responsables.
Este régimen provoca la dependencia del sujeto, quien pierde autonomía.
El temor termina por dañar la autoestima dado que la persona se considera incapaz de afrontar situaciones de la vida en general.
El miedo, como emoción, desorganiza y debilita la mente y, como método de sometimiento, inhibe y provoca timidez e inseguridad.
Esta dinámica genera escepticismo y desconfianza en el mundo que le rodea.
Se anula el sentimiento de libertad a tal punto que la persona aterrada desarrollará sus obligaciones y acciones para evitar el daño o castigo.
5 Como evitar educar con miedo
Hay que partir de la confianza, en uno mismo y en el otro.
Cuando das la sensación de confiar en el otro, cuando sabes que lo que haces lo haces por amor y no por temor, ese sentimiento fortalece los vínculos y la autoestima.
La confianza fortalece la autonomía, la seguridad,
Otra forma es cuando los padres educan con amenazas y  reproches, esto aniquila la voluntad y la personalidad del más pequeño, cuando logras callar las emociones y los sentimientos haces que ese niño se convierta en un mar muerto, en una persona que no puede expresar por el temor a perder o a ser herido.
La educación amenazante oprime la idea de ser alguien valioso.
Mata la confianza y aumenta la depresión y  la desesperanza.
Como evitar educar con miedo: Dele el espacio a los hijos de ser autónomos.
Enseñe y permita que sus hijos expresen sus emociones.
Incentive la toma de decisiones y permita que tengan consecuencias de sus actos.
Estimule el encuentro y el desencuentro del éxitos y el fracaso.

Cuando se educa con sentimiento de culpa el miedo gana, usted debe permitir que sus hijos vivan la realidad de la vida, si su trabajo le impide acompañarlo en ciertos momentos no le oculte la verdad, permitale conocer sus limitaciones y no lo llene de cosas materiales para hacerle creer que vive en un mundo de fantasía, eso sólo lo hará débil de carácter.

El educar sin miedo le permite a tus hijos asumir las consecuencias de sus actos y proyectar las consecuencias de sus actos en sí mismo y en los demás.