domingo, 27 de octubre de 2013


NUNCA ME LO DIJERON
“Padres inconsistentes”
2013-10-07
Apreciados lectores: “Nunca Me Lo Dijeron” está pensado como una serie de reflexiones con respecto a la educación de las nuevas y actuales generaciones, es la recopilación de la experiencia personal, laboral y social que nace del trabajo de mas de 20 años con niños, adolescentes, padres de familia y personal docente en el cual he tenido la oportunidad de ver, sentir y vivir la dinámica de la educación.
Cuando uno trabaja con seres humanos, especialmente niños, tiene un panorama incierto; cada día es como el agua de un rio, corre y nunca te bañaras con la misma agua, nunca, nunca será lo mismo, por eso es tan retador.
Pero a donde nos lleva este rio? Quiero invitarlos a subirse en la balsa que los llevará por una aventura maravillosa, vamos a recorrer los paisajes de lo que posiblemente nunca les dijeron y pudo haber ayudado en la educación de sus hijos, o quizás si se los dijeron, pero no lo oyeron con claridad. Por tal motivo nuestro viaje empieza con una mirada personal al estilo de ser padres y el resultado en sus hijos.
Aquellos padres que rechazan con frecuencia lo que sus hijos hacen, con una actitud hipercrítica, con un fuerte juicio de valor hacia él o ella, descalificando con frecuencia y a veces sin razón y luego llevados por un sentimientos inexplicable o tal vez amoroso, se vuelven cariñosos y se comportan de la siguiente manera:
  • Cuando algo pasa, la reacción se basa en  los sentimientos personales y no en la realidad de los hechos.
  • Es posible que prometan y … no cumplan.
  • Algunos parece que improvisaran, reaccionan de manera impulsiva porque carecen de una carta de navegación.
A todos ellos, se les llama padres inconsistentes, entonces el resultado en sus hijos, no se hace esperar… lo más probable es que logren desarrollar algunos de estos rasgos de personalidad que los harán inseguros, angustiados y desconfiados, pues no logran interiorizar  o formar el criterio para lograr diferenciar lo que es correcto o incorrecto y aprenden a actuar con base en su conveniencia.
Como se previene esta hecatombe, pues haga todo lo contrario a lo descrito anteriormente, sea modelo de veracidad, cumpla lo que dice, modele con su ejemplo, no forme Dioses, la perfección es una neurosis y lo rígido se parte, estimule en sus hijos la bondad, el respeto por el otro y el espíritu de la entrega.
Sea claro y conciso en lo que espera de ellos, no ponga para ellos metas inalcanzables, dele menos de lo que necesita, así aprenderá a valorar lo que tiene y nunca tendrá la tentación de comprar una amistad.
No caiga en la tentación de castigar severamente y premiar en desmedida son dos extremos patológicos que abonaran modelos de comportamiento  poco deseables como el engaño, la mentira, el robo etc. Vale la pena evitar estos errores, tendremos frutos generosos.

NUNCA ME LO DIJERON 2
Padres permisivos y sobreprotectores.
En el artículo anterior se habló de los padres inconsistentes, ahora viajaremos en la misma balsa pero en aguas distintas, ahora vamos a ver dos extremos,  los padres permisivos y los sobreprotectores.
Los padres permisivos son  los que no  les gusta entrar en polémica, por tanto dejan hacer a sus hijos lo que ellos quieran, todo lo resuelven de manera cómoda, abdicada,  negociada,  por votación, actúan como “bonachones”, buscan complacer y dar la razón en todo, pueden ser esos adultos amigos de los amigos de sus hijos, que son elegidos como compañeros de rumba de esos adolescentes que lo que necesitan es límites y no complicidad, lo que va a permitir en el futuro los excesos de quienes se están formando y no el ejemplo de quien forma.
Estos son justamente los padres permisivos,  “todo bien” como dicen los adolescentes. Pero el resultado no se hace esperar, de nuevo brota como un manantial pero… de aguas turbias. Estas conductas generan en los hijos desconcierto, desamparo, angustia y en muchos casos frustración, pues es posible que en ese hogar se viva  un ambiente de incertidumbre y desorganización, parece que a nadie le importo, nadie se preocupa por mi, da igual que llegue temprano o que no llegue, todo es permitido, por tanto no hay ni control ni acompañamiento, que soledad, de corazón.
Y en el otro extremo están aquellos que los sobreprotegen, acuden a argumentos de tipo sentimental para garantizar la adhesión a sus hijos, es frecuente que eviten discusiones, pero a la vez se resisten si los hijos les discuten sus decisiones; por tanto tratan a sus hijos como inmaduros y sin recursos. Mantienen a sus hijos en estado de hibernación; no les dan la oportunidad de decidir, de arriesgarse, de ser ellos mismos. Estos padres actúan como protectores y se proyectan como expertos, son ellos llamados padres sobreprotectores, los cuales tendrán hijos inseguros, temerosos, dependientes, indefensos, fácil presa de los abusadores. Debe haber alguna razón profunda para actuar así, esto no los justifica, por el contrario los y nos invita a ser mejores cada día, a corregir nuestros errores como padres y modelo de nuestros hijos.
Padres y madres debemos confiar en los hijos, darles pequeñas responsabilidades, estimular su pensamiento crítico, facilitar la toma de decisiones, asignarles pequeñas tareas del hogar, no subvalorar sus capacidades pero tampoco desbordar sus habilidades, que luchen por lo que quieren, pero que logren respetar las diferencias, que puedan expresar sus necesidades y emociones, como dice Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, casi siempre encuentra el cómo.”
En nuestras manos están los frutos del desarrollo de la personalidad y del carácter de nuestros hijos, ellos crecerán, con la misma fuerza con la que nosotros los formamos para su futuro desarrollo, con esa misma fuerza nos medirán y nos darán las gracias o nos condenarán por los errores humanos y desafortunados que cometimos.
Nuestra labor educativa, de ejemplo, de lucha, de padres valientes empieza desde la concepción y termina en la muerte por eso…No lo olviden:  “Nunca es tarde para parar
y siempre es temprano para empezar”.