sábado, 16 de noviembre de 2013

Déjame Hacer... Déjame Ser...

Déjame Hacer… Déjame Ser
Una de las mayores dificultades que tenemos algunos seres humanos es el deseo natural y a veces incontrolable de la sobreprotección. Es posible que alguno diga pero yo… ¡NO!  No importa que usted no caiga en esta tentación, lo invito a que lea esta reflexión.
Al ir en un viaje por la vida con marea alta o pleamar, vamos a tener que poner en practica algo que nos va a salvar: “La Autonomía”, la cual es el conjunto de capacidades prácticas que le permiten prepararse para la vida y poder encontrar recursos para afrontar situaciones cada día. Educar en la autonomía es formar en la libertad.
La autonomía nunca está sola, siempre viene acompañada de la emoción, que es el manejo afectivo de la activación para adaptarse y alcanzar una meta.
Hoy quiero invitarlos a estimular en los más pequeños el valor de la autonomía. Justamente el polo opuesto de ella es la heteronomía, la cual asigna las responsabilidades de las emociones, pensamientos y acciones en personas, situaciones o cosas fuera de uno mismo, seguramente ustedes han sido testigos de la Cobardía  De La Culpa; la cual hace que las personas aseguren que las consecuencias que hoy enfrentan fueron por culpa de otra persona y no de ellos mismos.
Lo que debemos estimular en los más pequeños es que logren formar emociones autoconscientes, ayudémosles a ser capaz de referirse así mismos y a percibirse como un ser diferente de los demás. (Lewis, 2002)
Que sugerencias tengo hoy para estimular la autonomía:
Explicarle a los menores las consecuencias tanto positivas que los llevan a éxito y las negativas si fracasan.
Hay que ayudarles a practicar las habilidades que necesitan para afrontar ese intento con posibilidad de éxito.
Debemos ser pacientes, algunas actividades requieren varios intentos.
Ellos deben estar seguros que seguirán siendo queridos aunque fracasen en sus intentos, pero que no dejen de intentarlo.
Enseñémosles que no se puede luchar contra el viento… se debe encargar de controlar las velas.
¿Que ventajas tendrá todo esto?  Le va a permitir vivir con orgullo sus éxitos y superar la vergüenza cuando no ha cumplido con los estándares o  metas, vamos a evitar que tengan miedo al fracaso y a la desaprobación de los demás.      

miércoles, 6 de noviembre de 2013

NUNCA ME LO DIJERON III.
Padres Guardianes
6 de noviembre de 2013
Nuestro viaje continúa, el paisaje y el clima aumentan su voltaje, ahora hablaré de los padres guardianes, vigilantes, celosos de la autoridad y la disciplina; son rápidos y contundentes, aplican reglamentos y castigan sin dar explicaciones: “Aquí mando yo y punto”.
Dan soluciones, recetas, indican conductas, señalan lo que es y no debe ser. Tienden a desconfiar de las capacidades de sus hijos, por lo que impiden su participación; consideran sus propias necesidades, ideas y valores, antes que las de sus hijos. Ellos también se llaman padres autoritarios.
Ejercen el control mediante la ironía, humillación, ridiculizando a sus hijos.
Angustia, temor, dependencia, agresividad, baja autoestima, sentimientos de culpa y minusvalía personal son algunas de las secuelas que se proyectarán en su estructura de personalidad;  esos hijos, se sienten permanentemente fiscalizados, lo que genera en ellos menor creatividad, conformismo, obediencia y sumisión dejando una huella indeleble de escaso desarrollo del autocontrol, por tanto, dependen del control externo para seguir su comportamiento. Llegarán en el próximos  los padres democráticos.
En el otro extremo estos hijos pueden rebelarse de tal manera que, buscan la menor oportunidad para escapar de ese régimen neurótico y recriminador, buscan un ambiente de libertad, el cual también puede ser peligroso al tratar e intentar liberarse de las cadenas mentales que lo han dominado, creo que este estilo de padres en las nuevas generaciones es muy escaso, sin embargo existen. Ustedes que aún están jóvenes, que seguro apenas están empezando el camino de la paternidad y la maternidad deténganse y reflexionen, la presión, el  autoritarismo, la dominancia y el sometimiento no deja huellas de orgullo si no de dolor, rabia y  desesperación, exijamos con base en la edad y características de los menores.
Confiemos en ellos, démosles oportunidades de participación y  autonomía en las actividades sociales y familiares; estimulemos en ellos el espíritu de colaboración y de vinculo familiar,  cuidemos el desarrollo de su personalidad y de su valía personal, démosles oportunidades de expresar sus sentimientos, de luchar por lo que ellos sueñan y desean, luchemos por lo fundamental, por sembrar en ellos el sentido del valor de sí mismo, que ojalá crezcan con el poder del carácter, de poder defender sus ideas y no depender y ceder sus valores. Que en ese camino de fortalecimiento personal no pierdan de vista la empatía, que logren sentir el dolor del otro, que sean solidarios y generosos en sus acciones, seguro eso si los hará grandes.
Como lograrlo, desde pequeños permítanles escoger su ropa, permítales tomar pequeñas decisiones, cumpla un horario que los fines de semana se pueda romper un poco, estimule que exprese lo que siente, lo que desea, no pelee por cosas que no sean fundamentales, asígnele pequeñas responsabilidades en las que potencialice su valía personal, eso los hará cada día más valiosos y a ustedes lo hará orgullosos.


domingo, 27 de octubre de 2013


NUNCA ME LO DIJERON
“Padres inconsistentes”
2013-10-07
Apreciados lectores: “Nunca Me Lo Dijeron” está pensado como una serie de reflexiones con respecto a la educación de las nuevas y actuales generaciones, es la recopilación de la experiencia personal, laboral y social que nace del trabajo de mas de 20 años con niños, adolescentes, padres de familia y personal docente en el cual he tenido la oportunidad de ver, sentir y vivir la dinámica de la educación.
Cuando uno trabaja con seres humanos, especialmente niños, tiene un panorama incierto; cada día es como el agua de un rio, corre y nunca te bañaras con la misma agua, nunca, nunca será lo mismo, por eso es tan retador.
Pero a donde nos lleva este rio? Quiero invitarlos a subirse en la balsa que los llevará por una aventura maravillosa, vamos a recorrer los paisajes de lo que posiblemente nunca les dijeron y pudo haber ayudado en la educación de sus hijos, o quizás si se los dijeron, pero no lo oyeron con claridad. Por tal motivo nuestro viaje empieza con una mirada personal al estilo de ser padres y el resultado en sus hijos.
Aquellos padres que rechazan con frecuencia lo que sus hijos hacen, con una actitud hipercrítica, con un fuerte juicio de valor hacia él o ella, descalificando con frecuencia y a veces sin razón y luego llevados por un sentimientos inexplicable o tal vez amoroso, se vuelven cariñosos y se comportan de la siguiente manera:
  • Cuando algo pasa, la reacción se basa en  los sentimientos personales y no en la realidad de los hechos.
  • Es posible que prometan y … no cumplan.
  • Algunos parece que improvisaran, reaccionan de manera impulsiva porque carecen de una carta de navegación.
A todos ellos, se les llama padres inconsistentes, entonces el resultado en sus hijos, no se hace esperar… lo más probable es que logren desarrollar algunos de estos rasgos de personalidad que los harán inseguros, angustiados y desconfiados, pues no logran interiorizar  o formar el criterio para lograr diferenciar lo que es correcto o incorrecto y aprenden a actuar con base en su conveniencia.
Como se previene esta hecatombe, pues haga todo lo contrario a lo descrito anteriormente, sea modelo de veracidad, cumpla lo que dice, modele con su ejemplo, no forme Dioses, la perfección es una neurosis y lo rígido se parte, estimule en sus hijos la bondad, el respeto por el otro y el espíritu de la entrega.
Sea claro y conciso en lo que espera de ellos, no ponga para ellos metas inalcanzables, dele menos de lo que necesita, así aprenderá a valorar lo que tiene y nunca tendrá la tentación de comprar una amistad.
No caiga en la tentación de castigar severamente y premiar en desmedida son dos extremos patológicos que abonaran modelos de comportamiento  poco deseables como el engaño, la mentira, el robo etc. Vale la pena evitar estos errores, tendremos frutos generosos.

NUNCA ME LO DIJERON 2
Padres permisivos y sobreprotectores.
En el artículo anterior se habló de los padres inconsistentes, ahora viajaremos en la misma balsa pero en aguas distintas, ahora vamos a ver dos extremos,  los padres permisivos y los sobreprotectores.
Los padres permisivos son  los que no  les gusta entrar en polémica, por tanto dejan hacer a sus hijos lo que ellos quieran, todo lo resuelven de manera cómoda, abdicada,  negociada,  por votación, actúan como “bonachones”, buscan complacer y dar la razón en todo, pueden ser esos adultos amigos de los amigos de sus hijos, que son elegidos como compañeros de rumba de esos adolescentes que lo que necesitan es límites y no complicidad, lo que va a permitir en el futuro los excesos de quienes se están formando y no el ejemplo de quien forma.
Estos son justamente los padres permisivos,  “todo bien” como dicen los adolescentes. Pero el resultado no se hace esperar, de nuevo brota como un manantial pero… de aguas turbias. Estas conductas generan en los hijos desconcierto, desamparo, angustia y en muchos casos frustración, pues es posible que en ese hogar se viva  un ambiente de incertidumbre y desorganización, parece que a nadie le importo, nadie se preocupa por mi, da igual que llegue temprano o que no llegue, todo es permitido, por tanto no hay ni control ni acompañamiento, que soledad, de corazón.
Y en el otro extremo están aquellos que los sobreprotegen, acuden a argumentos de tipo sentimental para garantizar la adhesión a sus hijos, es frecuente que eviten discusiones, pero a la vez se resisten si los hijos les discuten sus decisiones; por tanto tratan a sus hijos como inmaduros y sin recursos. Mantienen a sus hijos en estado de hibernación; no les dan la oportunidad de decidir, de arriesgarse, de ser ellos mismos. Estos padres actúan como protectores y se proyectan como expertos, son ellos llamados padres sobreprotectores, los cuales tendrán hijos inseguros, temerosos, dependientes, indefensos, fácil presa de los abusadores. Debe haber alguna razón profunda para actuar así, esto no los justifica, por el contrario los y nos invita a ser mejores cada día, a corregir nuestros errores como padres y modelo de nuestros hijos.
Padres y madres debemos confiar en los hijos, darles pequeñas responsabilidades, estimular su pensamiento crítico, facilitar la toma de decisiones, asignarles pequeñas tareas del hogar, no subvalorar sus capacidades pero tampoco desbordar sus habilidades, que luchen por lo que quieren, pero que logren respetar las diferencias, que puedan expresar sus necesidades y emociones, como dice Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, casi siempre encuentra el cómo.”
En nuestras manos están los frutos del desarrollo de la personalidad y del carácter de nuestros hijos, ellos crecerán, con la misma fuerza con la que nosotros los formamos para su futuro desarrollo, con esa misma fuerza nos medirán y nos darán las gracias o nos condenarán por los errores humanos y desafortunados que cometimos.
Nuestra labor educativa, de ejemplo, de lucha, de padres valientes empieza desde la concepción y termina en la muerte por eso…No lo olviden:  “Nunca es tarde para parar
y siempre es temprano para empezar”.

martes, 11 de junio de 2013

Día del padre


PAPITO…. ¿PORQUE NO HAZ VUELTO?
Isabel Cristina Bettín Vallejo
11 Junio 2013.
Hace ya algunos días y  meses para algunos,   años para otros,  que tú, papá, no haz vuelto. Cuando era niño recuerdo que peleabas con mamá. Luego te fuiste y prometiste nunca abandonarme; al principio, me cuidabas, compartíamos momentos muy felices, pasábamos fines de semana juntos, jugábamos como si los dos fuéramos los mejores amigos.
Pero no entiendo papi, ¿Qué hice yo? ¿Por qué no haz vuelto a llamarme? ¿Por qué no me contestas cuando te llamo? ¿Fue mi culpa? ¿Yo que te hice papi? Me haces mucha falta, yo te quiero y mucho, pero no entiendo que pasa, ¿Dónde estas? Sé que tienes mucho trabajo pero quiero que sepas que te extraño y mucho.
Cuando le preguntaba a mamá por ti, al principio me daba mil explicaciones, siempre trataba de decir algo para tranquilizarme, ahora solo me dice, no sé hijo, no sé.
Yo se que cuando tú eras niño, tal vez de mi edad, tu papá se fue de tu casa y me contabas con mucho dolor todo el sufrimiento y las lágrimas que mojaron tu almohada y tu corazón. Entonces… pa… ¿Por qué haces lo mismo conmigo?
Y hoy a mi edad de niño quisiera poder jurar y comprometerme a ser un buen papá, aunque no lo aprendí de ti, voy a luchar por hacerlo, serlo y cumplirlo.
Michael Josephson creador del programa Character Counts en 10 DE ABRIL 2013 dice:
“Ya que nuestros estados de ánimo diarios hacen  el clima, debemos tratar de proteger a nuestros niños de los truenos y relámpagos de nuestras frustraciones y la ira. En lugar de las oscuras nubes de cinismo, el miedo y la depresión, debemos disciplinar nuestras propias emociones y darles la luz y el calor del amor, la esperanza y la alegría. Esfuerzo consciente para ser positivo, entusiasta y de apoyo pueden tener un gran impacto no sólo en el bienestar emocional de nuestros hijos, sino en su capacidad de experimentar las alegrías y los dolores de la infancia de manera sana y constructiva.”
Si se puede pa, espero esto te haga cambiar de opinión y volvamos tú y yo a ser los mejores amigos.

viernes, 3 de mayo de 2013

Entre líneas

En el mundo estamos y como tal, las lecturas, los renglones, las páginas y los capítulos son variados. Hoy los invita a  compartir información sobre las conductas  de los seres humanos, menos  mal estas no alcanzan la dimensión animal.
En las conductas se manejan estrategias y estilos de comunicación, como la asertividad, la cual suele definirse como un comportamiento en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas; sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos.
La no asertiva es la expresión inefectiva de pensamientos, sentimientos y creencias, permitiendo que otros violen sus derechos.
Vamos a ver dos dimensiones, una desde la expresión, manifiesta/encubierta y la otra desde la conducta, coercitiva/no coercitiva. La conducta coercitiva emplea el castigo y la amenaza para alcanzar el objetivo.  
La conducta agresiva se expresaría de forma manifiesta, pero de modo coercitivo (represivo- restrictivo) sobre la otra persona.
Esta no sólo se ve en la relación padres hijos, se ve en las relaciones en general, las sociales, laborales y conyugales.
En la no asertiva hay falta de expresión de la conducta o se hace forma indirecta, pero sin intimidar al otro.
En la agresión pasiva la conducta se expresa de manera indirecta, pero coaccionando a la otra persona, es decir se intenta controlar la conducta de la otra persona de una manera indirecta o sutil ( por ejemplo una mirada amenazadora).
La conducta socialmente inadecuada  puede provenir de un pensamiento irracional o incorrecto, de reacciones emocionales excesivas o deficientes ante los estímulos y de patrones de conducta disfuncionales. Y nos volvemos insoportables.
Esta lectura entre líneas se hace tan pesada que es mejor cambiar de libro.

Mis escritos: Cuanto sacaste

Mis escritos: Cuanto sacaste