domingo, 27 de septiembre de 2009

CON LOS OIDOS DESPIERTOS Y CON LA BOCA CERRADA

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Cuando uno se encuentra y se reencuentra con Mahatma Gandhi se da cuenta que mucha de su filosofía trascendía los límites de la razón y nos invitaba a la reflexión y el autocontrol, es así como en su primer viaje a la

India le sugieren tener los oídos despiertos y la boca cerrada, pero no lo lograba, tenía muy claro que en su labor debía manifestar sus ideas con valentía, generosidad de espíritu y respeto por el otro defendiendo sus ideas, eso; queridos padres de familia, directivos y profesores es lo que debemos sembrar y cultivar en nuestros hijos y alumnos.

La tenacidad, la fuerza de voluntad, el espíritu de servicio, la entrega por el otro, la lucha constante en la perseverancia, para lo cual decía con absoluta convicción: “Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.”

Sí, debemos tener nuestros oídos despiertos, para reconocer con claridad de entendimiento las necesidades reales, emocionales, físicas y espirituales de nuestros alumnos, de nuestros padres y madres de familia, de nuestros hijos y de todas las personas que de alguna u otra manera nos acompañan en este proceso de crecer, enseñar y aprender de unos y de otros..

Sí, debemos tener la boca cerrada, pero para callar lo vano, lo inocuo, lo superficial, la envidia, la deslealtad, esas calumnias que se construyen como naipes y caen como rocas; debemos callar con las palabras venenosas y con la emoción. Y hablar con el ejemplo, con la verdad, con la esperanza de mejorar y cambiar la cizaña por la buena simiente, sembremos en nuestros semejantes palabras de aliento, de reconocimiento por su esfuerzo, por su entrega leal y desinteresada, valoremos y agradezcamos esa lealtad y esa fuerza de espíritu que busca siempre el bien por los demás.

NO PERMITAMOS, que esas personas rodeadas de alambres de púas, sedientas de venganza y dolor, arrebaten la paz interior.

No cesemos en nuestro empeño de descubrir y resaltar la bondad que hay en los demás, leamos con madurez sus cuestionamientos, valoremos su valentía para romper con la mediocridad y crecer en la búsqueda de la excelencia, seamos perseverantes como nuestro maestro Gandhi quien expresaba: “la voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo.”

26 de febrero de 2008.

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